Este líquido que todos conocemos tan bien es una sustancia química compuesta de oxígeno e hidrógeno. Es como un líquido ligeramente más viscoso que el agua. Este material se utiliza para blanquear, oxidar y como antiséptico.
El compuesto es bastante inestable y se descompone fácilmente cuando se expone a la luz durante largos periodos de tiempo, por lo que el líquido oxigenado se vende y almacena en botellas oscuras.
La gente suele confundirse cuando necesita diluir este producto químico para algún fin.
En casa, solemos utilizar este compuesto cuando necesitamos limpiar algo. Es ideal para blanquear la ropa de cocina, para combatir la suciedad de las bandejas de horno, devolviéndoles su aspecto brillante original, y también para combatir las bacterias. Durante mucho tiempo, el agua oxigenada (que es otro nombre del peróxido) se consideró el líquido limpiador universal, pero estudios recientes han demostrado que puede no ser tan segura como se pensaba.
Algunos abusos de este producto químico pueden ser bastante perjudiciales para el ser humano, y más vale que sepas lo que no debes hacer con este producto.
Nunca lo uses para tratar cortes profundos
Sí, hace muchos años este compuesto se utilizaba para tratar cortes y heridas, e incluso hoy en día es un elemento básico en muchos botiquines de primeros auxilios. Pero estudios recientes han demostrado que aplicarlo sobre cortes y rasguños es perjudicial porque el H2O2 destruye las células sanas que rodean la piel dañada. En consecuencia, en lugar de acelerar el proceso de cicatrización, lo retrasa, manteniendo la herida abierta durante más tiempo.
El peróxido de hidrógeno es un producto químico, por lo que debes protegerte las manos cuando lo utilices. Aunque no es tóxico, el compuesto puede quemar fácilmente la piel e incluso volver blancas las yemas de los dedos. Como el compuesto irrita la piel y las mucosas, también puede dañar nuestros ojos si entra en contacto con ellos.
Por eso, si utilizas este producto para limpiar, ponte gafas protectoras para evitar salpicaduras repentinas o simplemente ten mucho cuidado y mantén los ojos alejados.
Si le entra agua oxigenada en los ojos, láveselos con abundante agua durante quince minutos y acuda al médico. Si lleva lentillas, quíteselas antes de enjuagarse los ojos.
Algunas personas utilizan el peróxido diluido como enjuague bucal, por lo que puede tragarse accidentalmente cierta cantidad.
Un silbido es señal de que el peróxido sigue siendo normal. Si no lo es, es probable que el compuesto se haya convertido en agua y ya no sea eficaz. El líquido descompuesto no es dañino, pero tampoco será utilizable.
Asegúrese de no haber inhalado accidentalmente el producto químico. Si lo ha hecho, necesita aire fresco.
El peróxido debe mantenerse alejado del calor, la humedad y cualquier fuente de ignición.
Mantenga la botella bien cerrada y alejada de materiales orgánicos, metales, ácidos y agentes oxidantes.
No trasvase el líquido a otro recipiente, se vende en botellas específicamente diseñadas para este fin y ventiladas.
Verterlo en otro recipiente no diseñado para este fin puede ser peligroso.