1. Consumir una dieta equilibrada: Una alimentación equilibrada es fundamental para mantener la salud y la vitalidad a medida que envejecemos. Esto significa incluir una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables, para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes esenciales.
2. Priorizar los alimentos ricos en antioxidantes: Los antioxidantes son nutrientes que ayudan a combatir el daño oxidativo en el cuerpo, que puede contribuir al proceso de envejecimiento. Priorizar alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras de colores brillantes, nueces, semillas y té verde, puede ayudar a proteger las células del cuerpo y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad.
3. Mantener una ingesta adecuada de proteínas: A medida que envejecemos, es importante mantener una ingesta adecuada de proteínas para preservar la masa muscular y la fuerza. Incluir fuentes de proteínas magras en cada comida, como pollo, pavo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa, puede ayudar a mantener la salud muscular y promover la recuperación después del ejercicio.