1. Consumir una dieta equilibrada: Durante el embarazo y la lactancia, es fundamental consumir una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos nutritivos. Esto significa incluir una amplia gama de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables en tu alimentación diaria para garantizar una ingesta adecuada de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
2. Aumentar la ingesta de ácido fólico y hierro: El ácido fólico y el hierro son nutrientes especialmente importantes durante el embarazo para apoyar el desarrollo saludable del sistema nervioso del bebé y prevenir la anemia en la madre. Las mujeres embarazadas deben asegurarse de consumir suficientes alimentos ricos en ácido fólico, como vegetales de hojas verdes, legumbres y cereales fortificados, así como alimentos ricos en hierro, como carnes magras, legumbres y vegetales de hojas verdes.
3. Obtener suficiente calcio y vitamina D: El calcio y la vitamina D son importantes para la salud ósea y dental tanto de la madre como del bebé en desarrollo. Las fuentes de calcio incluyen productos lácteos bajos en grasa, como leche, yogur y queso, así como alimentos fortificados y verduras de hojas verdes. La vitamina D se puede obtener de la exposición al sol y de ciertos alimentos como pescado graso, yemas de huevo y alimentos fortificados.
